Ahora, más que nunca, son muy necesarios estos mensajes y estas herramientas.
Como un jardinero que cuida de su jardín, cada uno de nosotros puede hacer lo mismo con su jardín interior.
Los 7 Mensajes de Om son herramientas de mindfulness y compasión, libres y universales. Es un viaje alrededor del mundo conectando con los programas de mindfulness y compasión en educación más innovadores. Inspiradas en el libro Mindfulness para niños y en ese viaje..
Antes de comenzar con los niños, podemos hacer nosotros el recorrido con estas 7 prácticas para mayores:
La sonrisa es el mejor lenguaje que existe. Sobre todo, la sonrisa que brota verdadera desde un corazón abierto y compasivo.
La vida, tu vida, es aquí, es ahora. Es con-tigo y con-todo. Son todas tus relaciones. Es tu respiración. Y el centro de todo está en tu corazón. Así que cuídate, cuídalo, como si de una bella y delicada casa se tratara: Abre las ventanas cada día, que entren los rayos del sol, el olor a lluvia y el silencio de la noche, limpia los cristales para que tu visión sea limpia, que haya orden y armonía, y guarda siempre un pequeño rincón donde sólo nazcan flores y alegría
Las emociones nos mueven. Nos dicen. Escúchalas y reconócelas. Los pensamientos brotan a lo loco. Quitándose el sitio uno al otro. Obsérvalos, pero no te enredes en ellos. Tan sólo invítales a un té Y, después, les acompañas educadamente hasta la puerta. Tú no eres tu emoción. Ni eres tu pensamiento. Tú eres un explorador. Y ellas sólo, brújulas y guías.
La respiración está siempre contigo. Desde que naciste. Y lo estará siempre. Hasta que mueras. Dedica cada día un tiempo a estar con ella. Es tu mejor amiga. Cuando inspires déjala que entre bien por todo tu cuerpo iluminando con su luz cada órgano, cada pequeña arteria. Como si fueras dando con ella un suave masaje a todo lo que vas encontrando por el interior de tu cuerpo. Cuando espires déjala salir con calma, como si fueran rayos dorados de amor que se expanden, compartiendo toda esa luz con tu familia, con tu ciudad, con el mundo, con el universo.
Te gustaría tener un lugar de calma donde refugiarte los días de tormenta? ¿Un lugar en el que nada más entrar una luz blanca te envolviera y te llenara de amor? ¿Un lugar donde te sintieras conectado con todo, como si salieran rayos de sol desde tu corazón hacia todo el universo? Deseo concedido. Ya lo tienes. A partir de ahora, cuando sientas tu cabeza llena de cosas o te sientas cansado, triste o enfadado, puedes abrir esta puerta y entrar aquí. Es tu casa. Está dentro de ti. En tu corazón.
Busca tu ritual. Invéntalo. Crea ese espacio. Y sé fiel a él. Con paciencia, constancia y perseverancia ese espacio cada día será más grande y tú, más libre. Cada mañana, al levantarte. Cada noche, al acostarte.
Cada día cuando te levantes y veas el camino nuevo para recorrer, hazte esta pregunta: ¿Tiene este camino corazón? Si lo tiene, no lo dudes. Sigue. Confía y sigue. Y si no lo tiene, busca uno que lo tenga. No te canses. Confía y sigue.